(Entrada final).
Despierto en la mañana con gran fatiga. Cada que amanece asomo mi rostro por la ventana, lo hago para despabilarme; me doy cuenta de que esta mañana es fría. El día será algo sombrío.
Mis padres y yo nos espantamos por el decreto; pues nosotros somos judíos. Mamá subió el volumen al radio para escuchar los detalles. El objetivo de esta legislación es el racismo hacia nuestro pueblo. Claramente nos dieron a entender que es la primera de muchas leyes que se promulgaran en contra de la comunidad judía. Tan grande fue el impacto que esta ley nos provoco, que ya no saboreamos el desayuno, más que mis hermanos. La preocupación nos tenía con gran zozobra.
Cerca del mediodía, el pueblo entero fue sacudido por la terrible noticia. No había tema más sonado que esta nueva promulgación del Partido Revolucionario. Toda la población judía estaba con mucha incertidumbre y tristeza.
Al atardecer, mi tía llego de visita a la casa, platicaba con mis padres sobre el impacto que esta ley produciría y la marginación que sufriríamos. Además, se hacen las mismas interrogantes que yo me hago: ¿Y ahora que nos depara el destino? ¿Qué pasara con nosotros?
Es la primera vez que la sensación del miedo recorre todo mi cuerpo.
Despierto en la mañana con gran fatiga. Cada que amanece asomo mi rostro por la ventana, lo hago para despabilarme; me doy cuenta de que esta mañana es fría. El día será algo sombrío.
Salgo de mi recámara para bajar
al comedor. Papá, mamá y mis dos hermanitos ya se encuentran en la mesa
esperando el rico desayuno. Como de costumbre mi padre suele sintonizar la radio; mientras mamá prepara el desayuno. Mis dos hermanos como siempre
pelean por juguetes, ya que los dos quieren jugar con unos soldados. Mi
padre los reprende y se los reparte, para que dejaran de
estar peleando y pudiera escuchar la radio; pues está muy atento
escuchando las noticias. ¡De repente! Escuchamos
al locutor de la radio decir: hoy por la mañana, el Partido
Revolucionario Institucional, ha promulgado una ley, que se dirige al
pueblo judío, y dice: “Solo los ciudadanos pueden beneficiarse de los derechos
cívicos. Para ser ciudadano, es necesario ser de sangre mexicana, sin importar
la religión. Ningún judío puede ser ciudadano”. Desde hoy entra en vigor.
Mis padres y yo nos espantamos por el decreto; pues nosotros somos judíos. Mamá subió el volumen al radio para escuchar los detalles. El objetivo de esta legislación es el racismo hacia nuestro pueblo. Claramente nos dieron a entender que es la primera de muchas leyes que se promulgaran en contra de la comunidad judía. Tan grande fue el impacto que esta ley nos provoco, que ya no saboreamos el desayuno, más que mis hermanos. La preocupación nos tenía con gran zozobra.
Cerca del mediodía, el pueblo entero fue sacudido por la terrible noticia. No había tema más sonado que esta nueva promulgación del Partido Revolucionario. Toda la población judía estaba con mucha incertidumbre y tristeza.
Al atardecer, mi tía llego de visita a la casa, platicaba con mis padres sobre el impacto que esta ley produciría y la marginación que sufriríamos. Además, se hacen las mismas interrogantes que yo me hago: ¿Y ahora que nos depara el destino? ¿Qué pasara con nosotros?
Es la primera vez que la sensación del miedo recorre todo mi cuerpo.
9 comentarios:
Interesante forma de invitar a reflexionar y discutir acerca de un tema tan vigente como el de la intolerancia que lleva a dar excusas para ejercer la discriminación.
Gracias por tus correciones. Tienes razon. en tu texto yo cambiaria en la siguiente oracion... °Oímos en el noticiero
Escuchamos en el noticiero
ha, muy bien.Modificare eso gracias espero que te haya agradado mi blog.
Armando, no deje dos versiones diferentes de lo mismo. Solo corrija la misma entrada. Se va a hacer bolas, y nosotros también.
Vea estas dos proposiciones: Salgo de mi recámara, para bajar al comedor. Papá, mamá y mis dos hermanitos, ya se encuentran en la mesa esperando el rico desayuno.
La coma después de recámara sale sobrando porque después viene un complemento circunstancial de finalidad en su lugar natural. Y la coma después de hermanitos sobra porque está entre el sujeto y el verbo.
Tiene usted que cuidar su puntuación.
También debe fijarse en que mientras no es lo mismo que mientras que. El primer mientras indica simultaneidad:"Canto mientras me baño". El otro indica contraste: "Mi papá es un genio, mientras que el tuyo es un don nadie". Usted utiliza el mientras que de contraste cuando debería ser de simultaneidad.
¡Adelante!
Gracias Profesor; si ya lo corregí. Espero que lo demás ya este bien.De nuevo gracias por la critica
Buena publicación aunque está un poco corta.
Muy buena tu primera entrada. Espero que el desarrollo sea mejor. No olvides pasar a mi blog
Gracias, Si en la segunda entrada se desenvuelve el tema, y si pasare a los blgos.
Muy interesante tu entrada compañero. Solo note la falta de algunos acentos en tu texto. Pero muy bien =)
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